lunes, 6 de febrero de 2017

LA PAZ EN EL LIDERAZGO, INGREDIENTE FUNDAMENTAL PARA QUE DIOS SANE NUESTRA TIERRA


LA PAZ ENTRE EL LIDERAZGO: REQUISITO PARA QUE VENEZUELA SEA SANADA!
Romanos 8. Lucas 14:34. Marcos 9:49-50
La creación está esperando la manifestación de los hijos de Dios. La tierra está gimiendo de dolor por la maldad. Nuestro Salvador nos enseña que somos la sal de la tierra,
Buena es la SAL; mas si la SAL se hace insípida, ¿con qué la sazonaréis? Tened SAL en vosotros mismos; y tened paz los unos con los otros.” Marcos 9:50
         Todos los hijos de Dios, independientemente de la  función y posición que tenemos en el cuerpo de Cristo,que es la Iglesia, todos somos responsables ante Dios y ante esa creación que gime y está en dolores de parto, esperando que los hijos de Dios nos manifestemos. Y esa creación anhela recibir la libertad gloriosa de los hijos de Dios.
         La Biblia enseña claramente que el pecado en sus diversas manifestaciones como son, violencia, muerte, agresividad, corrupción y la maldad en todas sus formas contamina y corrompe la tierra. De ahí la promesa en 2 Crónicas 7:14, la cual se hace efectiva previo arrepentimiento. Hay esperanzas de tener una tierra que reciba las primicias de la libertad gloriosa de los hijos de Dios! Hay esperanza de volver a tener, previo arrepentimiento, una tierra SANA. Muchos interpretan que la libertad gloriosa de la tierra será en algún tiempo futuro, mas no para hoy. Sin embargo, no me imagino a los israelitas recibiendo esa promesa de sanidad de la tierra pero con la esperanza de que se cumpliría en algún momento futuro, muy lejos en el horizonte del tiempo! En ninguna manera, ellos sabían que el efecto de su arrepentimiento traería sanidad inmediata a la tierra y así disfrutarían en su presente de buenas cosechas, paz entre los pueblos ( porque la paz es fundamental para trabajar y producir) y abundancia de bendiciones de todo tipo! Una tierra sana.
         Hoy en nuestra nación esta tan corrompida en muchos ámbitos que me ha llevado a reflexionar sobre esta palabra:
  Marcos 9:50 Buena es la SAL; mas si la SAL se hace insípida, ¿con qué la sazonaréis? Tened SAL en vosotros mismos; y tened paz los unos con los otros.
         Y si somos sinceros ante Dios, debemos preguntarnos:
Existe la más remota, la mas infinitésima posibilidad,  la mas bajísima  probabilidad de ocurrencia que como hijos de Dios, como sal, estamos insípidos? 
         EL Señor mandó a los discípulos a tener sal entre ellos. No creo que se refería a que llevaran “proféticamente” cada uno una medida de sal en sus bolsas. A qué tipo de sal se refería? El mismo da la respuesta cuando les dice:
         TENED PAZ ENTRE VOSOTROS
         El Señor quiere SANAR nuestra Tierra. Hemos orado y cantado. Muchos hasta “salan” literalmente la tierra. Sin embargo, algo no funciona en los actos proféticos, clamores, gemidos, vigilias, marchas, contramarchas y todos los actos que hacemos. Creo firmemente que nada de eso funcionará mientras NO TENGAMOS PAZ ENTRE NOSOTROS! Dios no puede ser burlado!
         Por eso, creo que la sal que debemos cargar entre nosotros es LA UNIDAD del Espíritu en el VINCULO DE LA PAZ.
         Hasta que no dejemos atrás el protagonismo, la competencia, y todas las obras de la carne que los lideres manifestamos, hasta que no muramos a eso y nos unamos francamente y que haya paz entre nosotros, difícilmente Dios Sanará nuestra tierra.
         Mi oración a Dios es que sane nuestra tierra, pero que primero nos sane como pastores, maestros, evangelistas, profetas y apóstoles. Que la sanidad se evidencie en algo tan sencillo:   QUE HAYA UN SOLO ENTE QUE NOS REPRESENTE ANTE EL GOBIERNO NACIONAL. QUE EL LIDERAZGO EVANGELICO NACIONAL, LUEGO DE ARREPENTIMIENTO, RECONCILIACION Y PAZ ENTRE NOSOTROS, QUE ESE LIDERAZGO TENGA UN ESPIRITU DE HUMILDAD CON LA CAPACIDAD DE ALTERNAR EN EL TIEMPO LA REPRESENTACION  ANTE LAS AUTORIDADES.
         Mientras seamos “como los huesos secos” ( no digo que lo seamos, pues no soy fatalista), pero mientras estemos desmembrados estaremos esparcidos en Venezuela, pero sin la capacidad de SANAR NUESTRA NACION.
         Oro a Dios Padre de nuestro Señor Jesucristo,  que los líderes de las 

grandes organizaciones evangélicas, que agrupan a muchas iglesias, 

ministerios y entidades de servicio, dejemos  las diferencias y nos unamos

 en la agenda del Espíritu para que Dios sane nuestra tierra!